En los últimos meses las obras de reparación de veredas causaron la polémica entre los vecinos, en primer lugar por lo entorpecido que estuvo el tránsito, ya que los arreglos provocaban que las paradas de colectivo se vean modificadas. Pero además, el trazado histórico de la ciudad se vería afectado, ya que el Municipio quería cambiar los colores de las baldosas que marcaban calles, las calles pares tenían un color crema con nueve cuadrados que eran continuadas por una hilera gris; las impares eran de color rojo y en las avenidas de color vainilla
El municipio decidió atropellar la tradición y realizar otras que compliquen la vida de los vecinos y destruir el patrimonio local. Esto llevó a que vecinos se organizaran y presentaran un amparo para que cesara el avance contra sus derechos, al Municipio no le quedó más que acatar la decisión de la Corte en lo Contencioso y Administrativo.