La Plata, 12 de mayo de 2024.- La familia Anselmino quedó sorprendida cuando fue notificada de que el futuro de sus nueve perros, aliados incondicionales en el desarrollo de sus hijos discapacitados y una hija con trastornos de ansiedad con ataques de pánico.
El impacto transformador que los perros han tenido en la vida de Enzo, quien a sus 8 años sufre de autismo, Milagros, de 11 años y afectada por microcefalia, y Bárbara, quien enfrenta ataques de ansiedad y pánico debido a la agresividad de algunos vecinos.
Catty, Dobby, Emily, Yiyi, Jano, Jana, Oso, Osa y Trompa no son considerados mascotas. Ellos son parte de la llamada «familia multiespecie».
A pesar de los beneficios evidentes, la familia (perros y humanos) se enfrenta a un desafío legal en el Juzgado Civil y Comercial número 10 del Distrito Judicial de La Plata, a cargo de la jueza Silvina Cairo, donde se radicó la demanda para «cesar con la violación del reglamento de copropiedad».
La demanda la realizó la administradora del Sector 1 de las Torres de Villa Elisa, Eugenia Gómez, patrocinada por el Estudio Chiesa y Asociados.
Todo lo anterior a pesar de que los perros, descendiente de Catty y Dobbi brindan un vital apoyo emocional, sentido social y protección y un amor incondicional que les cambió la vida y prende una luz muy fuerte en el camino de la vida.
Especialmente durante la noche, Enzo se siente más tranquilo y seguro y duerme sin sobresaltos.
«Ante los gritos de Enzo, todo autista grita fuerte cuando se enoja, en vez de comprender y ofrecer ayuda han algunos vecinos ignorantes, intolerantes y discriminadores han venido a patotearme al departamento o han llamado varias veces a la policía que se apareció hasta con cinco móviles policiales, también uno se metió y quiso agredir a mi esposa, pero desde que están los perros eso se acabó», explicó Roberto Anselmino.
«Lo especial de cómo los perros ven a Enzo como uno más de la manada y le brindan calor y compañía durante la noche ilustra el vínculo único entre ellos. Esta conexión es vital para el bienestar emocional de Enzo, Milagros y Bárbara», explica el padre.
«¿Qué pasará con la salud mental de Enzo, Milagros y Bárbara si tienen que desprenderse de sus hermanos de cuatro patas?», se pregunta la familia.
Esta situación pone en riesgo el bienestar emocional de los niños y desafía los derechos reconocidos por los tratados internacionales y la jurisprudencia que reconoce a los animales como seres sintientes.
Argentina ha firmado varios convenios internacionales que protegen los derechos de los niños, las personas con discapacidad y los animales, y la Constitución Nacional también reconoce y protege estos derechos fundamentales.
El jueves próximo, Roberto Anselmino no se presentará en una audiencia de mediación obligatoria, dado que la administradora Eugenia Gómez, insiste en deshacerse de los perros, y que «ya sabemos que la mediación será inutil ante la intolerancia, animosidad y la ignorancia de Gomez y los pocos vecinos complotados, es imposible llegar a un acuerdo con quien hace del diálogo un monólogo», señaló Anselmino.
En ese momento crucial, Roberto espera que el juez considere no solo los aspectos legales, sino también la dimensión humana y moral de la situación.
La historia de la familia Anselmino es un recordatorio poderoso del vínculo especial entre los niños y los animales, y de la importancia de proteger este vínculo en nuestra sociedad.
«El jueza parece no darse cuenta a que se enfrenta: Me quieren inducir a que los abandone en el campo o la calle, o que directamente los mate», afirmó Roberto Anselmino.
«Además, el Reglamento de Copropiedad, que fue escrito hace más de 50 años, no puede estar por encima de leyes y tratados internacionales y precedentes judiciales que resguardan los derechos de los niños y de sus hermanos cuadrúpedos, los mejores amigos de los seres humanos desde hace más de un millón de años», agregó.
Anselmino sentenció: «Es hipócrita que nos demanden cuando tengo mi hogar ‘detonado’ por el nulo mantenimiento de las paredes externas del edifició que al pasar la humedad han provocado la caída de mampostería y proliferación de negros hongos que afectan la salud de todos, además de las cucarachas que entraron por un agujero que hicieron para llegar a una cañería general y que nunca cerraron.»
Y finalizó: «La jueza Cairo debe visitar nuestro hogar y hablar con mi esposa que limpia desde la 5 de la mañana, a pesar de haber sido operada de dos neurinomas, sufrir fibromialgia, tener injertado un electro estimulador y estar en tratamiento por un Síndrome de Estrés Postraumático».