Los audios y mensajes que los rugbiers se enviaron entre sí mediante su grupo de whatsapp en los instantes posteriores al crimen de Fernando Báez Sosa, en los que hacen referencia a que la víctima «caducó», que la gente estaba «a los gritos» y que estaba «la policía» en la puerta del boliche «Le Brique» de Villa Gesell, fueron los protagonistas de la mañana de la séptima audiencia del juicio, en el que un funcionario judicial se encargó de reproducirlos junto a varias imágenes frente al Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores.
La evidencia era expuesta ante los jueces por el instructor fiscal de la Fiscalía General de Dolores Javier Pablo Laborde, quien a pedido de la fiscal de Instrucción 6 de Villa Gesell, Verónica Zamboni, se encargó de analizar el contenido de nueve teléfonos celulares desde los cuales los rugbiers mandaron mensajes y audios al grupo de whatsapp llamado «Del Boca3» y, algunos de ellos, tomaron imágenes del ataque y de los momentos posteriores.
Laborde, quien se convirtió en el testigo que hasta ahora más horas compareció ante el tribunal -ya que su testimonio comenzó el lunes y continuaba este martes-, leyó numerosos mensajes que en simultáneo fueron exhibidos en una pantalla colocada en la sala de audiencias, a la que miraban con atención tanto los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, y los ocho rugbiers acusados.
El instructor también exhibió mensajes de los acusados cuando la policía fue a buscarlos a la casa que alquilaban en Villa Gesell a las pocas horas del asesinato: «Policía afuera», «sí, mal»; «está la poli», «salgamos», fueron algunos de ellos.
Entre los teléfonos analizados en la investigación figura el iPhone 3 negro de Máximo Thomsen (23), quien se negó a entregar la clave de acceso; otros cinco teléfonos de la misma marca que pertenecían a Lucas (23) y Luciano Pertossi (21), Matías Benicelli (23), Alejo Milanesi (22) y Juan Pedro Guarino (21), cuyo equipo «7 Plus», de color negro, tenía la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.
Los peritajes incluyeron también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (22), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Fernando; un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (21), y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi (22).
El único del grupo cuyo celular no fue localizado ni en el domicilio ni en los dos autos estacionados en la finca allanada fue el de Ayrton Viollaz (23), aunque tampoco forma parte del grupo «Del Boca3», en el que sí estaba el resto de los imputados, y también Juan Pedro Guarino (21) y Alejo Milanesi (22), los dos sobreseídos en la causa.
Fuente: Telam