La saga de libros «Canción de hielo y fuego», que luego sería adaptada por HBO en la serie Game of Thrones, comenzaba 17 años después de un hecho trascendental para Poniente, el país donde transcurre la historia. Allí el Rey Aeris II enloquecía y comenzaba a ejecutar a los nobles que no se le sometía, lo cual generaba una rebelión que terminaba con su reinado y su dinastía.
Está claro que Argentina no es un reino medieval de fantacía, pero a veces se parece un poco. Desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976 el país tiene una crisis económica en un promedio de cada 15 años. Y el conflicto actual es diferente pero parecido a los demás.
La crisis actual tiene un correlato local, el gobierno de Macri y sus deudas a 100 años dañaron un tejido social que estaba en recuperación. Pero por otro lado, un contexto social de post pandemia y en medio de una guerra casi mundial también ayudan a complicar las cosas. Pero en especial las élites volvieron a utilizar una herramienta que no usaban hace mucho, la ultra derecha.
Como se dice en la película Novecento de Bernardo Bertolucci «fueron los patrones los que trajeron a los fascistas». Las figuras de la ultra derecha que conocimos últimamente, Trump, Bolsonaro, Meloni o Abascal, no son más que el producto de una élite buscando querer girar el foco de atención lo más posible. Pues el hijo argentino de ese fenómeno es Javier Milei.
Nacido en la esfera pública como personaje televisivo que se caracterizaba por sus enojos, gritos e insultos. Pero también destacaba en sus soluciones violentas, y cuyo resultado era imposible que termine bien, pero aún así cada vez más ganaba seguidores.
Hoy en día Milei es una realidad política, y tiene derecho a serlo, puesto que sus jefes entendieron a quien le tenían que hablar. La Argentina de hoy tiene un sujeto social que el peronismo no ve, o no lo comprende. El monotributista. Desde los jóvenes en moto con sus enormes mochilas cuadradas, las chicas que hacen uñas en los barrios, los revendedores de mercadolibre o los programadores que trabajan para empresas internacionales en sus casa. He ahí el caldo de cultivo de Milei.
En la actualidad si todos los monotributistas estuvieran en un único gremio este tendría cinco millones de afiliados. Ahora bien ¿cual es la representación política que el país les ofrece? un sujeto que habla con su perro fallecido a través de una medium.
Ante la falta de respuesta del gobierno y la oposición no le quedó más que encontrar en Javier Milei a su representante, pero no está en mi tratar a nadie de forma altanera, el lider de La libertad avanza es producto de su contexto, y sus propuestas también.
Más allá de que casi todo lo que dice ya se aplicó en el país, esto no es su culpa. La desmovilización del gobierno de Alberto Fernandez, y la adopción de la agenda de la ultra derecha por parte de Juntos por el cambio le trajo a los jóvenes esta alternativa, y la volvió tentadora.
Actualmente, la propia elite que trajo a Milei parece estar retrocediendo, y muchos detalles sobre la vida del dirigente salen a la luz. Los periodistas que antes le eran complacientes dejaron de serlo, y sus debilidades personales y de su movimiento parecen quedar en evidencia. No obstante, más allá de Javier Milei, lo que él representa parece que llegó para quedarse.