La ciudad de Rosario es, posiblemente, la segunda urbe en tamaño y población de La Argentina. En el pasado era llamada “la Chicago argentina”, debido ser el enclave principal de las mafias italianas llegadas al país. Hoy en día es un sitio que puede llevar al país a vivir una locura.
Las amenazas sufridas por la familia de Lionel Messi causaron un gran dolor a quienes admiramos al capitán de la selección. Pero también activaron un mecanismo político y mediático, el de pedir ejércitos y policías listos para matar, y hacer sentir seguros a los sectores medios altos.
En ninguna parte del mundo funcionó la implementación de fuerzas armadas en el control del narcotráfico. Todo lo contrario, generaron un tendero de muertos, llenaron a los ejércitos de causas penales y lograron la connivencia de otra institución con los criminales. Los narcos que antes usaban pistolas, y luego usaron AK-47 Y M16.
La experiencia de El Salvador no debe confundir. El Presidente salvadoreño, Nayib Bukele, gastó los fondos públicos en comprar Bitcoins, para que sea moneda de curso legal, y luego su precio se vino abajo.
Un informe de diciembre de 2022 elaborado por Human Rights Watch y Cristosal concluyó que se han cometido violaciones generalizadas de derechos humanos durante el régimen de excepción, incluidas detenciones arbitrarias masivas, torturas y otras formas de maltrato contra personas detenidas, muerte bajo custodia
Las imágenes de pandilleros presos en condiciones inhumanas, en virtuales campos de concentración, no es más que una pantomima para tapar la quiebra del país. Y ocultar que Bukele encierra a las maras en esas prisiones, pero también a sus opositores y a inocentes. Las denuncias de violaciones de Derechos Humanos en El Salvador son un secreto a voces en la región.
Hoy vemos en los medios a comunicadores y a políticos que piden que La Argentina siga el mismo camino, y lo que es peor, el Gobierno peronista les ha hecho caso. En estas condiciones tenemos en las manos un problema que empeorará mucho, antes de mejorar.